En el pueblo de Mameer, al sur de Manama (capital) también los uniformados atacaron algunos domicilios a los que lanzaron gas lacrimógeno, además de detener a cinco civiles.
Esto ocurre mientras la población bareiní continúa sus manifestaciones en los distritos de Al-Musalla y Eskan en la ciudad norteña de Jidd Haffs para exigir la caída del régimen opresor de Al Jalifa.
A pocos días del segundo aniversario de la revuelta popular en Baréin, los manifestantes gritan lemas como “nuestra voluntad es incansable” y aseguran que continuarán sus movilizaciones hasta alcanzar todas sus demandas.
Los activistas bareiníes han organizando estos últimos días numerosas protestas en vísperas del 14 de febrero, inicio de su proceso revolucionario que está en curso.
Desde el 14 de febrero de 2011, Baréin es escenario de manifestaciones casi diarias, reprimidas por las fuerzas de seguridad, secundadas por las milicias de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), junto al apoyo logístico de países occidentales, principalmente de Estados Unidos.