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Yusuf Fernandez | |
![]() La situación en Yemen ha experimentando un gran cambio en las últimas horas después de que los huthis, un grupo shií que deriva su nombre de su líder, Abdul Malik al Huthi, y que está encuadrado dentro del partido Ansar ul Lah, tomaran la capital, Sanaa, y los edificios oficiales en la misma. Este hecho ha venido a significar que los huthis han llegado a destruir la configuración creada por los estados del Golfo, con la colaboración de EEUU, tras la dimisión del ex presidente Ali Abdulá Saleh como resultado de una revolución popular.
El rápido colapso de las instituciones militares y estatales en Sanaa sorprendió a muchos observadores y mostró la desintegración de las élites gobernantes del país. Poco después de la toma de la capital, el primer ministro Mohammed Saleh Basedawa presentó su dimisión y criticó la gestión del presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, al que acusó de actuar sin el consentimiento del gobierno. Los huthis tomaron también la Universidad de Sanaa, donde se produjeron combates con miembros del Partido Islah, vinculado a los Hermanos Musulmanes. Abdel Mayid al Zindani, uno de los líderes del partido, emprendió la huida. Los huthis tomaron las oficinas del partido en el norte de la capital y el Hospital de Ciencia y Tecnología, vinculado a los líderes del Islah, fue evacuado a petición de aquellos. Acuerdo de gobierno
El acuerdo estipula la formación de un gobierno de tecnócratas en los próximos meses, la reducción de los precios del combustible y el nombramiento de dos consejeros presidenciales, uno que represente a los huthis y otro al Movimiento del Sur. Consecuencias internacionales
Por su parte, Arabia Saudí, que protagonizó en 2010 un enfrentamiento armado con los huthis en la frontera entre ambos países, parece resignada, según señala el periódico libanés Al Akhbar, al cambio de escenario en Yemen. Al menos esto es lo que sugiere el reciente encuentro entre el ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, y de Arabia Saudí, Saúd al Faisal, en Nueva York. Durante el encuentro, Faisal se mostró complaciente y enfatizó su deseo de cooperar con Irán y evitar los errores del pasado. También invitó a Zarif a visitar Arabia Saudí en el mismo momento en el que las fuerzas de Ansar ul Lah estaban tomando el control de la capital yemení. Los dirigentes saudíes, una monarquía absoluta sin raíz popular, temen probablemente que el ejemplo de Yemen cunda en su propio suelo y las consecuencias de su pérdida de influencia en ese país. Yemen ha sufrido durante Existe también una preocupación en EEUU y algunos países occidentales después de que sus expertos hayan dictaminado que la victoria de los huthis en Yemen tendrá grandes consecuencias para la región. Tras la toma de Sanaa, un responsable estadounidense dijo a la CNN que Irán es ahora la “superpotencia regional” con la que todos tienen que contar. La influencia de Irán, según él, se extiende ahora desde Iraq y Siria, viejos aliados de Teherán, hasta el Líbano, Gaza y Yemen. Irán posee ahora un control directo o indirecto del Estrecho de Ormuz y el de Bab el Mandel, dos vías marítimas fundamentales para la economía mundial. Los recientes gestos de EEUU hacia Irán, incluyendo sus presiones a los saudíes para que lleguen a acuerdos con Teherán a fin de solucionar las crisis de la región, son una buena muestra de que Washington ha tomado buena nota de los acontecimientos de Yemen.
Para muchos observadores, los huthis se han convertido ahora en otro Hezbolá y han creado en Yemen una situación similar a la del Líbano. Ambos movimientos han ido creciendo en fuerza y popularidad en los pasados años. Ellos han manifestado su influencia sin ningún intento de apoderarse del poder y han tomado en sus manos la defensa de las aspiraciones y de los derechos legítimos de la mayoría de la población y, en primer lugar, el logro de la justicia social y la independencia nacional. El beneficio más importante de los actuales acontecimientos en Yemen será, sin embargo, para los propios yemeníes, que tras medio siglo de dominación occidental y saudí podrán ahora ser los dueños de sus recursos y su futuro. |